FONDUES Y RACLETTES ELÉCTRICAS
Comida rápida, sencilla y deliciosa
Disfruta de una comida diferente con todos tus invitados gracias a las fondues y raclettes que te ofrece ferrOkey. Haz que todos participen en una rica comida dónde además cada comensal puede preparar cada alimento completamente a su gusto. ¡Un triunfo asegurado!. Cocinar estos platos es muy sencillo, casi que, al momento, por tanto es la comida perfecta para sorprender a tus invitados.
Y nos trasladamos a Suiza donde puedes disfrutar de suculentos platos preparados en fondues y raclettes que sin duda te sumergirán en la magia de estos ricos sabores.
Fondue eléctrica, sabor de primera
La fondue se coloca en el centro de la mesa, al alcance de todos los comensales quienes con un pincho metálico introducen en el recipiente trozos de pan, frutas o carne.
Lo demás es disfrutar de buenos sabores.
La fondue eléctrica te brinda la oportunidad de una preparación más segura (ya que no requiere de sustancias volátiles para encender el fuego), este pequeño aparato dispone más de un dispositivo que calienta el recipiente.
Su funcionamiento es sencillo y con los nuevos modelos en el mercado tendrás la cena lista en tan solo un momento.
La gran mayoría son aptas para los tres líquidos distribuidos en distintos recipientes, unos de acero inoxidable para la carne y cerámica para el chocolate y el queso.
“Todos los modelos traen en su interior un juego de tenedores metálicos aptos para fondue con marcas en diferentes colores para ser fáciles de distinguir”.
Otros diseños incluso están provistos de unas prácticas salseras para fondues de carnes o para ser empleadas en aquellos alimentos que se van introducir en el queso o el chocolate.
En una fondue eléctrica la temperatura se puede regular gracias al termostato que tiene instalado.
Este electrodoméstico no emite humo y posee una garantía de hasta dos años.
Consejos de limpieza de una fondue
En caso que la olla sea de metal, puedes colocarla en la estufa con agua suficiente hasta que llegue a nivel del queso y déjala hervir. Si la olla no es apta para calentar el agua, entonces hierve ésta en una tetera o hervidora aparte y luego llena la olla (procura realizar este procedimiento con cuidado de no quemarte).
Agrega un poco de jabón de lavar platos, mueve la mezcla y luego apágala. Deja reposar entre 5 y 10 minutos.
Después de ese tempo vacía el agua con detergente y observarás que ya el queso se ha disuelto y en los lugares que aún haya restos con una esponja o cepillo suave frota despacio. Luego aclara con abundante agua toda la superficie de la olla, en especial por dentro.